Existen muchos criterios de clasificación de los computadores. Así, es posible hablar de distintos tipos de
computadores atendiendo a los componentes con los que se construyen y la manera en que dichos
componentes se interrelacionan, o bien, considerando cuestiones tales como su velocidad de cálculo, la
forma de almacenar la información, su tamaño, el tipo y cantidad de aplicaciones y usuarios que puede
atender simultáneamente.
Una primera forma de dividir a los computadores se presenta cuando consideramos el tipo de tareas que
pueden atender. De esta manera, existen computadores construidos expresamente para realizar una sola tarea,
éstos se conocen como computadores de propósito especial o dedicados. Ejemplos de esta clase los
encontramos en equipos de control y “monitoreo” de pacientes y de procesos industriales, en las máquinas y
herramientas de control numérico, en las máquinas de jugar ajedrez y en los video juegos. En contraposición,
los computadores que pueden atender diversas aplicaciones con sólo cambiar los programas que los
gobiernan, son conocidos como de propósito general y son el tipo de computadores que explicaremos.
Otra forma de catalogar a los computadores se desarrolla al considerar la forma en que internamente
se representa la información. Por tanto, existen los denominados computadores analógicos que utilizan
sus circuitos para representar procesos físicos donde los cambios en la corriente eléctrica representan el
comportamiento del sistema que se está estudiando, un ejemplo de éstos es el equipo utilizado para
registrar el electrocardiograma. En cambio, los computadores digitales, que son los equipos más
comunes, basan su funcionamiento en el manejo de “cantidades” y operaciones aritméticas. Existen
también computadoras híbridas en las que se realizan operaciones analógicas y digitales.
Es posible también clasificar a las computadoras en función de la cantidad de usuarios que se
atienden al mismo tiempo (en algunos casos, ello sólo es en apariencia, por lo que se dice que se
atienden en forma concurrente). Así, se tendrán equipos multiusuario y equipos monousuario o
personales.
Es también posible establecer una clasificación utilizando criterios de capacidad de manejo de información,
velocidad de procesamiento del equipo y precio. Desde hace mucho tiempo se acostumbra categorizar a los
computadores, distribuyéndolos en grupos de supercomputadores, main frames o macrocomputadores,
minicomputadores y microcomputadores. Con el tiempo, los límites de estas divisiones han ido cambiando,
dado el gran avance que experimenta la electrónica. No obstante, es seguro que, por ejemplo, un
supercomputador es más costoso, más rápido y maneja mayor cantidad de información que un macro, mini o
microcomputador.
Cuando se pretenden establecer límites a las categorías anteriores, se requiere contar con elementos
de referencia que indiquen la rapidez de un computador, o la cantidad de información que maneja en un
cierto tiempo. Con base en esto se han definido unidades de medición especiales (ver Unidades de
Medición de la Información). En una sección posterior de este mismo capítulo, trataremos con cierto
detalle algunas particularidades de los equipos de cómputo que resulten representativos de cada una de
esas cuatro categorías.
Finalmente, otra forma de diferenciar a los equipos de cómputo se da cuando consideramos la ubicación
geográfica y lógica de los componentes del sistema. De esta manera, es posible hablar de los sistemas
centralizados, que tienen todos sus elementos unidos electrónica y físicamente en una misma localidad.
Por contraparte, los sistemas distribuidos cuentan con elementos de procesamiento autónomo y módulos de
almacenamiento colocados en lugares distintos, los cuales para trabajar necesitan establecer una conversación
por medio del intercambio de mensajes, utilizando una red de comunicaciones.
computadores atendiendo a los componentes con los que se construyen y la manera en que dichos
componentes se interrelacionan, o bien, considerando cuestiones tales como su velocidad de cálculo, la
forma de almacenar la información, su tamaño, el tipo y cantidad de aplicaciones y usuarios que puede
atender simultáneamente.
Una primera forma de dividir a los computadores se presenta cuando consideramos el tipo de tareas que
pueden atender. De esta manera, existen computadores construidos expresamente para realizar una sola tarea,
éstos se conocen como computadores de propósito especial o dedicados. Ejemplos de esta clase los
encontramos en equipos de control y “monitoreo” de pacientes y de procesos industriales, en las máquinas y
herramientas de control numérico, en las máquinas de jugar ajedrez y en los video juegos. En contraposición,
los computadores que pueden atender diversas aplicaciones con sólo cambiar los programas que los
gobiernan, son conocidos como de propósito general y son el tipo de computadores que explicaremos.
Otra forma de catalogar a los computadores se desarrolla al considerar la forma en que internamente
se representa la información. Por tanto, existen los denominados computadores analógicos que utilizan
sus circuitos para representar procesos físicos donde los cambios en la corriente eléctrica representan el
comportamiento del sistema que se está estudiando, un ejemplo de éstos es el equipo utilizado para
registrar el electrocardiograma. En cambio, los computadores digitales, que son los equipos más
comunes, basan su funcionamiento en el manejo de “cantidades” y operaciones aritméticas. Existen
también computadoras híbridas en las que se realizan operaciones analógicas y digitales.
Es posible también clasificar a las computadoras en función de la cantidad de usuarios que se
atienden al mismo tiempo (en algunos casos, ello sólo es en apariencia, por lo que se dice que se
atienden en forma concurrente). Así, se tendrán equipos multiusuario y equipos monousuario o
personales.
Es también posible establecer una clasificación utilizando criterios de capacidad de manejo de información,
velocidad de procesamiento del equipo y precio. Desde hace mucho tiempo se acostumbra categorizar a los
computadores, distribuyéndolos en grupos de supercomputadores, main frames o macrocomputadores,
minicomputadores y microcomputadores. Con el tiempo, los límites de estas divisiones han ido cambiando,
dado el gran avance que experimenta la electrónica. No obstante, es seguro que, por ejemplo, un
supercomputador es más costoso, más rápido y maneja mayor cantidad de información que un macro, mini o
microcomputador.
Cuando se pretenden establecer límites a las categorías anteriores, se requiere contar con elementos
de referencia que indiquen la rapidez de un computador, o la cantidad de información que maneja en un
cierto tiempo. Con base en esto se han definido unidades de medición especiales (ver Unidades de
Medición de la Información). En una sección posterior de este mismo capítulo, trataremos con cierto
detalle algunas particularidades de los equipos de cómputo que resulten representativos de cada una de
esas cuatro categorías.
Finalmente, otra forma de diferenciar a los equipos de cómputo se da cuando consideramos la ubicación
geográfica y lógica de los componentes del sistema. De esta manera, es posible hablar de los sistemas
centralizados, que tienen todos sus elementos unidos electrónica y físicamente en una misma localidad.
Por contraparte, los sistemas distribuidos cuentan con elementos de procesamiento autónomo y módulos de
almacenamiento colocados en lugares distintos, los cuales para trabajar necesitan establecer una conversación
por medio del intercambio de mensajes, utilizando una red de comunicaciones.
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